No fue a trav茅s de la ley que Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que ser铆a heredero del mundo, sino a trav茅s de la justicia que viene por la fe. Porque si los que dependen de la ley son herederos, la fe no significa nada y la promesa no vale nada, porque la ley trae ira. Y donde no hay ley no hay transgresi贸n. Por tanto, la promesa viene por la fe, para que sea por gracia y se garantice a toda la descendencia de Abraham, no s贸lo a los que son de la ley, sino tambi茅n a los que tienen la fe de Abraham. Es el padre de todos nosotros.