Jesús se acercó a ellos y les dijo: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que yo os he mandado. Y ciertamente yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».