El Señor había dicho a Abram: «Vete de tu país, de tu pueblo y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré. «Haré de ti una gran nación y te bendeciré; engrandeceré tu nombre y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga lo maldeciré; y todos los pueblos de la tierra serán bendecidos por ti.»