Por tanto, si tenéis algún estímulo por estar unidos a Cristo, si algún consuelo por su amor, si alguna participación común en el Espíritu, si alguna ternura y compasión, completad mi gozo siendo semejantes, teniendo el mismo amor, siendo uno en espíritu y de un mismo sentir. No hagas nada por ambición egoísta o vanagloria. Más bien, con humildad, valorad a los demás por encima de vosotros mismos, sin mirar a vuestros propios intereses, sino cada uno a los intereses de los demás.