Pero la piedad con contentamiento es gran ganancia. Porque nada trajimos al mundo, y nada podemos sacar de él. Pero si tenemos comida y ropa, nos contentaremos con eso. Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y en la trampa y en muchos deseos necios y dañinos que hunden a las personas en la ruina y la destrucción. Porque el amor al dinero es raíz de todos los males. Algunas personas, ansiosas de dinero, se han alejado de la fe y se han traspasado con muchas penas.
Pero tú, hombre de Dios, huye de todo esto y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe. Aférrate a la vida eterna a la que fuiste llamado cuando hiciste tu buena confesión en presencia de muchos testigos.