Cantad al Señor, toda la tierra; proclamad su salvación día tras día. Anuncia su gloria entre las naciones, sus maravillas entre todos los pueblos.
Porque grande es el Señor y dignísimo de alabanza; es de temer sobre todos los dioses. Porque todos los dioses de las naciones son ídolos, pero el Señor hizo los cielos. El esplendor y la majestad están ante él; la fuerza y la alegría están en su morada.
Atribuid al Señor, todas las familias de las naciones, atribuid al Señor la gloria y la fuerza. Atribuye al Señor la gloria debida a su nombre; trae una ofrenda y preséntate ante él. Adora al Señor en el esplendor de su santidad. ¡Temblad ante él, toda la tierra! El mundo está firmemente establecido; no se puede mover. Alégrense los cielos, regocíjese la tierra; digan entre las naciones: «¡El Señor reina!».