Venid, cantemos de alegría al Señor; aclamemos a la Roca de nuestra salvación. Presentémonos ante él con acción de gracias y ensalcémoslo con música y cantos. Porque el Señor es el gran Dios, el gran Rey sobre todos los dioses. En su mano están las profundidades de la tierra, y las cumbres de las montañas le pertenecen. Suyo es el mar, pues él lo hizo, y sus manos formaron la tierra seca.
Venid, postrémonos en adoración, arrodillémonos ante el Señor, nuestro Hacedor; porque él es el rebaño a su cuidado.