Que no quede ninguna deuda pendiente, salvo la deuda permanente de amarnos los unos a los otros, pues quien ama a los demás ha cumplido la ley. Los mandamientos: «No cometerás adulterio», «No asesinarás», «No robarás», «No codiciarás», y cualquier otro mandamiento que pueda haber, se resumen en este mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». El amor no hace daño al prójimo. Por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley.