La ira de Dios se está revelando desde el cielo contra toda la impiedad y maldad de las personas, que suprimen la verdad con su maldad, ya que lo que se puede saber acerca de Dios es evidente para ellos, porque Dios se lo ha hecho evidente. Porque desde la creación del mundo, las cualidades invisibles de Dios -su eterno poder y su naturaleza divina- se han visto claramente, entendiéndose por medio de las cosas hechas, de modo que los hombres no tienen excusa. Porque, aunque conocían a Dios, no le glorificaban como a Dios ni le daban gracias, sino que su pensamiento se hizo vano y su necio corazón se entenebreció. Aunque pretendían ser sabios, se volvieron necios y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes hechas para parecer un ser humano mortal y aves y animales y reptiles. Por eso Dios los entregó en los deseos pecaminosos de sus corazones a la impureza sexual para la degradación de sus cuerpos unos con otros. Cambiaron la verdad sobre Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a las cosas creadas en lugar de al Creador, alabado por siempre. Amén.