Pero tú, oh Belén Efrata, que eres demasiado pequeña para estar entre los clanes de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel, cuya venida es desde antiguo, desde los días antiguos. Por tanto, los entregará hasta el tiempo en que la que está de parto haya dado a luz; entonces el resto de sus hermanos volverá al pueblo de Israel. Y estará en pie y pastoreará su rebaño con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor, su Dios. Y habitarán seguros, porque ahora será grande hasta los confines de la tierra. Y él será su paz.