Procura no despreciar a uno de estos pequeños. Porque os digo que sus ángeles en el cielo ven siempre el rostro de mi Padre celestial.
«¿Qué te parece? Si un hombre posee cien ovejas, y una de ellas se aleja, ¿no dejará las noventa y nueve en el monte e irá a buscar a la que se ha alejado? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Del mismo modo, vuestro Padre que está en los cielos no quiere que ninguno de estos pequeños perezca.