Pero, queridos amigos, recordad lo que predijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Te dijeron: «En los últimos tiempos habrá burladores que seguirán sus propios deseos impíos». Estas son las personas que te dividen, que siguen meros instintos naturales y no tienen el Espíritu.
Pero vosotros, queridos amigos, edificándoos en vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo, manteneos en el amor de Dios mientras esperáis que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo os lleve a la vida eterna.
Sé misericordioso con los que dudan; a otros sálvalos arrebatándolos del fuego; a otros muéstrales misericordia, mezclada con temor, odiando incluso la ropa manchada por la carne corrompida.
Al que es poderoso para guardaros sin tropiezo y presentaros ante su gloriosa presencia sin mancha y con gran alegría: al único Dios, nuestro Salvador, sea la gloria, la majestad, el poder y la autoridad, por Jesucristo, Señor nuestro, antes de todos los siglos, ahora y por los siglos de los siglos. Amén.