Esto es lo que dice el Señor: «Cuando se cumplan los setenta años de Babilonia, vendré a ti y cumpliré mi buena promesa de traerte de vuelta a este lugar. Porque yo sé los planes que tengo para ti -declara el Señor-, planes de prosperarte y no de dañarte, planes de darte esperanza y un futuro. Entonces me invocaréis y vendréis a rezarme, y yo os escucharé. Me buscaréis y me encontraréis cuando me busquéis de todo corazón. Seré hallado por vosotros -declara el Señor- y os haré volver del cautiverio. Te recogeré de todas las naciones y lugares donde te he desterrado -declara el Señor- y te haré volver al lugar de donde te saqué para exiliarte.»